Soy un joven universitario menor de 20 años, y desde hace tiempo me siento obsesionado con una chica que conocí hace más de 1 año en un instituto de idiomas. Sólo estudié 1 mes con ella y de ahí la dejé de ver, sin embargo me dio su número y de vez en cuando chateábamos por WhatsApp, y bueno durante ese tiempo empecé a sentirme atraído de una manera que ni yo mismo creía. Después de medio año, le propuse que saliéramos a algún lado (obvio, una cita). Aparentemente todo iba bien, me había aceptado la salida aunque no me dijo realmente cuando iba a poder (estaba de vacaciones fuera de la ciudad, según ella). De ahí, en las siguientes semanas le trataba de hablar más seguido, siempre tratando de no incomodarla en lo absoluto (no la llamé en ninguna ocasión, sólo puros mensajes), ciertas veces le agarraba estando ocupada y tenía que volver a hablarle otro día. Hasta que llegó el maldito día que le pregunté por chat si podíamos hablar. Ella no me respondió, y luego me dí cuenta que me había bloqueado. Me decepcioné , pensé que al menos merecía una queja si sentía molestia por mis mensajes, y no un simple bloqueo sin decirme nada. También la agregué en Fb, pero no ha leído mis mensajes de disculpa (sospecho que usa la función de aparecer "desconectado" para mí). Me desespera que tenga escasas posibilidades de verla , porque vivimos en distantes puntos de la ciudad, y no hay manera de saber en que momento y en que lugar me la podría volver a encontrar. Ya ha pasado más de medio año desde que dejamos de hablar, y no dejo de pensar en ella. Tal vez para ella este asunto se acabó, pero para mí ha quedado inconcluso. Se me ocurre, desde otro número, enviarle un mensaje pidiendo que me disculpe y me vuelva a hablar. Quiero que vea ese mensaje y me RESPONDA!! Más que el rechazo me frustra que me evite sin dirigirme la palabra. Así que ese es mi último recurso... por ahora. Quizá esto ya es un caso perdido, pero aun así algo dentro de mí, me ilusiona y me hace pensar con optimismo. Esto no debería ser el "fin del mundo", quizá vengan cosas a futuro que me hagan olvidar este delicado asunto para mí...

No he hablado con nadie este tema, me lo ha guardado para mí, y espero que me aconsejen, con respeto y consideración.