¿Qué fuimos y por qué se fue?
¡Hola!
Me llamo Fernando y tengo 18 años.
Les agradezco de antemano que se tomen el tiempo de leer esta historia y de brindarme amablemente sus comentarios. ¡Muchas gracias!
Hace algunos meses conocí a un chico (llamado Javier) en una fiesta, él entonces tenía 22 años.
Resulta que ambos nos caímos muy bien y nos dimos nuestros números de teléfono. Esa misma noche ya estábamos hablado por teléfono; resulta que vivíamos muy cerca y siento que hicimos aún más conexión, incluso nos desvelamos compartiendo vídeos y música. Esa madrugada quedamos de vernos. Fuimos a tomar una malteada y más tarde fuimos a recorrer la CDMX en mi auto. Al terminar el día, al despedirnos, él me dio un breve beso en los labios; aún recuerdo muy bien todo y lo veo a lo lejos con mucha melancolía.
Transcurrieron las semanas, seguimos hablando y sentía que cada vez estábamos más vinculados; recién estaba saliendo de una relación que culminó y Javier me daba algo en que pensar, poco a poco superaba lo mal que me sentía.
Pasó un mes de salidas y conversaciones, entonces ambos quedamos de vernos para darnos una escapada para tener intimidad. Fue una experiencia totalmente nueva para mí, la química que entable con este chico eran algo que jamás había conocido, me sentía muy feliz y muy a gusto con él.
Continuaron trascurriendo las semanas; hablábamos, salíamos al cine, a comer, a cualquier lugar a pasar el rato. La pasábamos a todo dar, pero nunca hablamos de tener una relación ni de nada al respecto, todo apuntaba a que eramos dos buenos amigos. Incluso él se mostraba reacio a que nadie de sus amigos de sus redes sociales averiguara que él era bisexual. Un domingo de febrero volvimos a quedar de salir para tener un encuentro personal. Esa vez él llevó su coche. No sé porqué pero el camino se me hizo algo muy especial. Para entonces mi cabeza estaba llena de dudas al respecto de qué eramos él y yo.
Al concluir el día, ya de noche, sentí que algo cambio para siempre, era como un presentimiento. Él me hizo un comentario sobre que pensaría si nos mudáramos, yo respondí que sería algo bueno para recomenzar, a lo que él respondió, con algo de decepción, que entonces ya no viviríamos tan cerca el uno del otro.
En el camino rumbo a casa, antes de llegar al lugar donde me dejaría, me atreví a preguntarle "¿Esto es para siempre?" (queriendo más bien decir "¿qué somos?", creo que por miedo no lo hice directamente). Él respondió que si ambos queríamos podría serlo y que, si alguna vez teníamos alguna pareja, aún podríamos seguir siendo amigos. Eso de alguna manera fue muy feo para mí; me sentí con una resaca emocional muy extraña y desesperante. Antes de dejarme cerca de mi casa, me volvió a dar un pequeño beso en los labios y nos despedimos... Esa fue la última vez que lo vi en persona.
Poco a poco las conversaciones se convirtieron en largos espacios vacíos, en respuestas sin sentido y casi forzadas. No sabia lo que pasaba con exactitud. Las salidas se convirtieron en pretextos sin sentido.
Hasta que un día por fin me animé a hablar muy claro con él, sin importar si las cosas evolucionarían para bien o para mal. Quedamos de vernos un domingo... Pero nunca llegó.
Más tarde recibí por mensaje un pretexto incoherente y jamás volví a responderle, él tampoco lo hizo.
Hasta la fecha sigo sintiéndome muy mal al respecto. No sé si cometí un gran error que echara a perder una bonita relación (aunque no se que tipo de relación fue).
¿Piensan que pude haber dicho o hecho algo mal?
¿Tal vez desde el principio las cosas no estaban destinadas a funcionar como yo esperaba?
¿O tal vez desde él principio él sabía lo que quería y yo me enamore como un despistado cuando no debí haberlo hecho?
Nunca había vivido algo así, ¿tal vez por eso me involucré tanto?
Y por último, ¿cómo podría dar vuelta de hoja? Sé que este proceso es una especie de duelo y merece su tiempo, pero en verdad me siento muy triste, sobre todo porque nunca obtuve respuestas sobe nada.
Muchas gracias.